¡Voy a ser mamá! Enhorabuena, excelente noticia lo de tu maternidad. De hecho, lo es y así lo asumes.
Por supuesto, todas madres abnegadas y sacrificadas de tu familia te llaman para felicitarte y de paso darte un rosario de consejos y sugerencias. Todas por igual, te contagian de su entusiasmo y alegría.
Todas te dicen que la maternidad es lo más hermoso que les ha sucedido. Que es el clímax de la felicidad de una mujer.
Al escucharlo te sientes inmensamente afortunada de poder formar parte de este selecto grupo de damas.
Desde el momento en que nos enteramos que estamos embarazadas, las mujeres solemos explorar libros y artículos de crianza con la esperanza de encontrar una ‘receta mágica’ sobre cómo encarar la maternidad.
Sin embargo, al llegar el nuevo integrante de la familia nos damos cuenta de que muchos de estos consejos no son aplicables a la realidad: por más recaudos que tomemos, en algún momento el caos y el desconcierto se apoderan de la experiencia.Quieras o no, en algún momento vas a cometerlos. La crianza de los niños implica nuevos desafíos que, más allá de lo que te aconsejen, debes ir enfrentando por tu cuenta. Reconocer que no tienes por qué ser perfecta y que te puedes equivocar es la mejor forma de auto superarte y aprender.En ocasiones la maternidad puede parecer difícil, más aún si debe equilibrarse con el trabajo u otras obligaciones. Para una madre con cada prueba se acerca una nueva oportunidad: deja el miedo de lado y enfrenta las adversidades con confianza y optimismo. Es la clave para el éxito.
La maternidad es difícil y gratificante.”-Gloria Estefan
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