Un embarazo veraniego puede ser un disfrute , pero también es cierto que lanzarse a la playa con una tripa importante no tiene nada que ver con aquellos veranos de soltera tostándonos al sol sin más preocupación que desplazarnos del chiringuito a la hamaca y de la hamaca a la orilla.
Embarazada la playa es otra cosa, la verdad, pero también se puede pasar de lo lindo siguiendo estos consejos para disfrutar de tu embarazo en la playa.
Desde luego las horas más agradables para escaparse a la playa en avanzado estado de gestación son pronto por la mañana o al atardecer, para evitar las horas de más calor y el sol más fuerte.
Las últimas horas de la tarde son también las mejores para prevenir los bajones de tensión a los que somos tan propensas durante el embarazo.
Si pese a nuestro barrigón nos atrevemos a desafiar la playa en las horas punta del mediodía conviene siempre asegurarse una sombra adecuada.
La deshidratación es quizá el mayor enemigo de la mujer embarazada en la playa. Debemos acordarnos siempre de llevar agua fresca en abundancia y de beber con frecuencia.
El agua del mar es ideal para paliar el edema, refrescarnos y reducir la retención de líquidos. No te prives de nadar en el mar y pasear por la orilla.