Es verdad que como he comentado en otras ocasiones, apenas tengo síntomas y además ahora, aún menos!! Cruzando el umbral de las 12 semanas hasta se me han quitado las náuseas esas o el malestar de estómago.. no sé cómo llamarlo. Pero lo que es verdad que no baja, es el increíble y maravilloso olfato que en estos momentos, Dios nos da para proteger de cualquier alimento “non-grato” a nuestro bebé. Esto tiene egoístamente hablando, su parte buena y su parte mala como podréis imaginaros. Los olores “malos” no se me pasan ni uno!!!! Pero también disfruto mucho a las 2 de la tarde cuando salgo del trabajo y voy en busca de mi marido, porque durante el trayecto voy disfrutando de esos olores a comida casera que salen de las ventanas de las casas y que además me entretienen porque voy intentado adivinar el plato que han cocinado ese día. En fin.. mucho más positivo que negativo esta nueva experiencia…. “perruna”.